Can Misses se está convirtiendo en uno de los estadios más complicados de la categoría en Segunda División. Y el Ibiza, uno de los aspirantes a ser la revelación del campeonato. El Oviedo resistió y sacó petróleo a base de trabajo.
El Ibiza sabe lo que se hace, tanto fuera como en su casa, donde aprovecha el impulso de su afición para desactivar a su rival. Ya lo ha demostrado en estas primeras seis jornadas, y esta vez se le escapó el triunfo por poco.
Y enfrente, un Oviedo capaz de todo y que, incluso en los peores momentos, es capaz de sacar algo positivo en cada jornada. De ahí que ambos estén, ahora mismo, en puestos de ascenso a Primera mediante el 'play off'.
Arrancó mejor el conjunto de Ziganda, que tuvo una ocasión en las botas de Borja Bastón, muy participativo desde hace algunas semanas. Pero el dominio 'carbayón' se fue disipando con el paso de los minutos, en favor de un Ibiza que tiró de intensidad y oficio.
La primera parte estuvo muy igualada, hasta tal punto que solo un disparo de Goldar y la mejor parada de Femenías fueron lo más interesante en ataque hasta que, en el 36', Javi Lara aprovechó una contra para finalizar con un buen disparo que sorprendió al portero azulón.
Ziganda cambió el rumbo del encuentro en la segunda parte con los cambios, aunque el Oviedo no estuvo cómodo en ningún momento. Joni Montiel y Matheus Aias dieron más verticalidad y electricidad arriba, pero el Ibiza estaba tranquilo con el 1-0.
En una falta sobre el minuto 72, Brugman, que había entrado anteriormente, se adelantó a toda la defensa local para rematar en la cara de Germán. Lo revisó el VAR, pero no había fuera de juego. El Oviedo terminó mejor, buscando la remontada, pero el 1-1 se instaló definitivamente como el marcador más justo.