El José Zorrilla se está convirtiendo en un factor clave para el sueño del Valladolid de regresar a Primera División. Esta vez, en un partido más cerrado y complicado que de costumbre, pero con dos 'regalos' que no se podían desaprovechar.
Porque el Oviedo firmó un encuentro serio en Pucela, pero dos errores puntuales le costaron puntos. Y eso, en la lucha por el ascenso, no es posible... El Valladolid sacó partido de esos momentos y terminó dando un golpe sobre la mesa para rozar el ascenso directo.
A los dos minutos de juego, el Oviedo ya rozó el primer tanto con un cabezazo a bocajarro de David Costas. El que respondió primero, sin embargo, fue Weissman, con un buen remate de tijera en pleno barullo dentro del área.
Noveno gol para el israelí esta temporada, y pudieron ser diez si mete unos minutos después una buena volea tras la conexión con Toni Villa. El Valladolid estaba cómodo, llegando con asiduidad y tocando con sentido. Y ahí fue cuando llegó el jarro de agua fría.
Justo sobre la primera media hora de juego, en una contra de '10', Jirka encontró pasillo hasta línea de fondo para asistir a Borja Bastón, que anotó en boca de gol el empate. A partir de ahí, el duelo cambió de forma radical.
El Oviedo mejoró sus sensaciones defensivas y el Valladolid, para colmo, tuvo que gastar un cambio al filo del descanso por la lesión de Joaquín. No obstante, una jugada puede variarlo todo y un error en el blocaje de Femenías permitió a Nacho sellar el 2-1 antes de poner rumbo a vestuarios.
Con el segundo tiempo en marcha, el conjunto asturiano dispuso de una ocasión clarísima en un penalti discutido porque El Yamiq tocó balón. Asumió el protagonismo Borja Bastón, que inexplicablemente mandó el cuero a las nubes de Valladolid.
Los de Pacheta consiguieron que, hasta el final, pasaran muy pocas cosas y el triunfo se quedó en el José Zorrilla, donde la euforia se desató. El Oviedo se aleja del 'play off' y se acordará de las opciones desperdiciadas para puntuar.