Los azules volvieron al trabajo el pasado lunes 30 de diciembre con las ausencias de Ibrahima Baldé y Champagne, que tienen permiso del club para incorporarse más que tarde que sus compañeros, y la de Berjón, que sigue trabajando al margen del equipo para recuperarse de la artroscopia a la que fue sometido a principio de mes.
El susto de la sesión lo dio Diegui Johannesson, que tuvo que abandonarla antes de que acabase por un golpe en la espinilla, y quien tampoco se ejercitó con el grupo fue Omar Ramos, que trabajó en el interior de las instalaciones de El Requexón.
En el primer día de trabajo, dividido en dos sesiones y con más presencia de público que la habitual, Javi Rozada pudo contar con el mismo plantel que en la primera vuelta de Liga.
El próximo domingo 5 de enero, el Oviedo recibirá en su feudo al Málaga, de cara al primer encuentro del año, un duelo en el que los azulones esperan conseguir esos tres puntos que tanto se están haciendo de rogar en el Tartiere.