La Juventus salió a por todas desde el primer minuto, conscientes de que, tras el pinchazo del Nápoles el sábado, podrían pegarle un buen bocado al título liguero. Y lo lograron, en parte, gracias a Sami Khedira, que empezó haciendo camino gracias a un gol antes del minuto 10 tras una gran jugada colectiva. El centrocampista, con un rol 'box to box', aprovechó un pase de Pogba para abrir la lata.
En la primera mitad no se pudo disfrutar de mucho fútbol. Lo más destacable fue la lesión de Marchisio, que tuvo que abandonar el terreno de juego poco más tarde del tanto del alemán y un disparo de Pogba que exigió bastante a Sorrentino, pero que el portero del Palermo pudo repeler.
Pero a la vuelta de los jugadores tras el paso por descanso, el partido cambió radicalmente. La falta de electricidad de los locales desapareció en el momento que Allegri decidió cambiar a Dybala por Morata. Fue salir el canterano blanco y empezar a caer los goles.
El primero llegó en el 70 obra de Pogba, que aprovechó una asistencia del delantero español. Tres minutos más tarde, Cuadrado sentenció con el tercero, pero la Juve quiso darle una última alegría a los aficionados en una de las últimas jugadas del encuentro y Padoin aprovechó otra asistencia de Morata tras una gran jugada colectiva.
Con estos nuevos tres puntos no parece que se le pueda escapar la Serie A a la Juventus, que con sumar dos triunfos en los cinco partidos restantes, se volvería a coronar como campeón de Italia.