Tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de Atenas, en 2004, en la fase de grupos, en un encuentro entre Serbia y Túnez. Con 1-1 en el marcador, el árbitro del choque, el tahitiano Charles Ariiotima, decretó penalti a favor de los africanos.
Un tirador experto como Jedidi fue el encargado de lanzarlo. Tras convertir cómodamente el primer lanzamiento, Ariiotima ordenó que el tiro fuera repetido una y otra vez porque los jugadores tunecinos invadían el área.
A la cuarta, Milojevic, guardameta serbio, logró detener el penalti, pero entonces el árbitro consideró que los serbios habían invadido el área y el penalti tuvo que ser repetido una vez más, con una nueva parada de Milojevic y otra consiguiente repetición.
A la sexta, Jedidi convirtió el lanzamiento y, esta vez sí, el árbitro del choque dio validez al tanto en un choque que finalizó con 3-2 a favor del equipo tunecino, aunque ninguno de los dos avanzó a la siguiente fase.
No te pierdas el cómico vídeo del penalti con todas las repeticiones y las reacciones tanto de los jugadores de Túnez como de los serbios.