Cómo ha cambiado el Atlético desde entonces. Para empezar, en el banquillo no estaba el Cholo Simeone, sino Abel Resino, ex guardameta rojiblanco y entrenador del club durante un breve y poco exitoso espacio de tiempo.
De hecho, Abel fue cesado ese mismo otoño, tras perder 3-0 en El Sadar y a un día de recibir al Mallorca en el viejo Calderón. En esos momentos el Atleti era decimocuarto, con seis puntos de 21 posibles, fruto de un único triunfo, tres empates y otras tres derrotas.
Tras la Jornada 4, aquel Atleti de Abel era penúltimo, y el panorama era mucho más desolador que el que rodea a este Atleti una década después. Sólo tenía dos puntos de doce posibles, fruto de dos empates en casa contra Racing y Almería. Perdió con estrépito en sus visitas a Málaga y el Camp Nou.
Hoy en día la situación no es tan alarmante. El Atleti de Simeone (el peor Atleti de Simeone en cuanto a puntos, de hecho) no terminará la jornada en puestos de descenso, ni mucho menos, pero los cinco puntos que suma se antojan muy escasos.
Hay tiempo para reaccionar, y el vestuario rojiblanco está convencido de ello, y así lo ha hecho saber tras el traspié que pudo ser un batacazo en la visita del Eibar.
Cinco puntos que hacen que el liderato esté, tras cuatro jornadas, a siete puntos, a más del doble. Pero los del Cholo siguen en la pelea, al menos por los puestos de Champions, gracias a la irregularidad del resto de contendientes esta temporada, a excepción de los que parece que nunca fallan.