El estilo de juego de Vinicius está causando un enorme impacto en la Liga Española. Hay quienes defienden sus regates y su alegría en el campo, pero sus rivales, a menudo víctimas de sus gambeteos, no están tan contentos como el público del Real Madrid. Una de sus némesis milita en el Mallorca y es Antonio Raíllo, que, en la previa a su partido por la jornada 20 de Liga, avisó de que el brasileño no es un ejemplo para sus hijos.
Estas palabras no eran sino un capítulo más del pique entre el extremo y los bermellones, pero el defensa le dio más continuidad aún en el terreno de juego, donde, durante un lance del enfrentamiento, se agarró la parte de la camiseta en la que figuraba el escudo de su equipo para acercarlo a la boca de su contrincante. Su intención era clara: que lo besara. Evidentemente, el 'merengue' hizo caso omiso a su petición.
Los aficionados, eso sí, se hicieron eco enormemente en las redes sociales de este suceso, que evidencia lo turbulento de las relaciones entre estos futbolistas. El que actuó como local este fin de semana considera que el ex de Flamengo se pasa de frenada con su descarada y vivaracha forma de entender el deporte, mientras que el pupilo de Carlo Ancelotti y los suyos piensan que, si tanto les molesta, es porque tiene mucha calidad o por un componente racista.
Volviendo al gesto que da sentido a esta noticia, la interacción entre Raíllo y Vinicius no fue a más. Hubo un ligero intercambio de palabras antes de que ambos fijaran la vista, de nuevo, en la pelota, que estaba rodando en un partido de lo más interesante y complicado para el Real Madrid. Thibaut Courtois se lesionó en el calentamiento y, para colmo, los locales abrieron la lata por mediación de un gol en propia puerta de Nacho.