El fútbol italiano sigue buscando fórmulas para poder volver lo antes posible. Fue uno de los primeros en detenerse y también quiere ser pionero a la hora de volver.
'Corriere dello Sport' avanza que en la reunión entre el ministro de Deportes, Spadafora, y el presidente de la FIGC, Gravina, se trazó un plan para el regreso del fútbol.
El objetivo es el de volver a entrenar paulatinamente después de la Semana Santa. La reincorporación no se haría de golpe, sino paso a paso. Los equipos entrenarían primero por grupos de trabajo y siguiendo un protocolo que garantice la salud de los jugadores y el personal del equipo.
Como quiera que el Gobierno tiene previsto prolongar el confinamiento hasta el 2 de mayo, los equipos y el personal deportivo deberán recibir un permiso especial para poder volver al trabajo.
En ese sentido, una comisión médica elaborará un protocolo científico que permita regresar a las sesiones a los clubes. El objetivo es poder volver al fútbol a mediados de mayo, tras unas semanas de pretemporada.
Pero claro, hay un problema con todos los extranjeros que están fuera de Italia. Al volver, tendrán que seguir una cuarentena de 14 días en casa, que imposibilita que se puedan incorporar a los entrenamientos con rapidez.
En ese sentido, los grandes de Italia serían los más afectados. Fundamentalmente una Juventus que presionará para que todos los equipos estén en igualdad de condiciones.