El ecuatoriano, a sus 30 años, ha pasado por varios clubes sin encontrar estabilidad. Independiente del Valle, Barcelona de Guayaquil, Paços Ferreira, Emelec y El Nacional le vieron pasar sin éxito. En muchos de esos equipos, fue apartado por indisciplinas, como las reiteradas ausencias en los entrenamientos. Pero llegó a México y la cosa cambió. Alebrije, San Luis y, especialmente, Dorados lograron conectar con el atacante.
'Vini' se crió con un balón, en el barrio y con amigos. El potrero, que llaman en Argentina. "Vivía en la calle todo el día, eso era lo que me gustaba, jugar con amigos al fútbol, pero nada de canchas grandes, sólo fútbol rápido como le decimos en Ecuador", explicó en una entrevista con 'Clarín'.
Parece que ahora sí ha encontrado lo que buscaba: "Llevar la '10' es algo muy bonito, me pone muy contento. Me lo tengo que tomar con mucha responsabilidad y con mucha emoción. Y cada partido tengo que demostrar que me la merezco".
Cuestionado sobre la llegada del '10' al banquillo, nadie daba crédito a los rumores: "Fue algo que nadie se lo creía, algo de la noche a la mañana. Pensábamos que era mentira, una broma. Y ahora está acá".
"Era un zurdo espectacular. No se puede creer lo que hacía con ese porte. Ahora él nos pone videos y ahí vemos las patadas que le pegaban, eran de caníbales, a quebrar. Y él se paraba e iba para adelante. Es algo de otro planeta. Del gol que hizo con la mano, nos contaba que ya había hecho otro así y nadie se había dado cuenta. Se ríe solo", contó sobre Maradona como técnico.
Vinicio cree que tener al '10' en el banquillo le da un extra a los jugadores: "Tienes que demostrar minuto a minuto y partido a partido todas las condiciones y la confianza que él te da. A mí me dice que nadie me tiene que parar, que tengo que ir para adelante".
Al margen de lo deportivo, 'Vini' guarda un curioso ritual para disimular la escasez de pelo en su cabeza. Apenas cuenta con un pequeño mechón, el resto lo pinta de negro cada mañana: "Me pongo un gel, una pomada que uso. Lo hago todos los días. A mí me gusta, estoy acostumbrado". Eso sí, cuando llueve, debe protegerse con una capucha para que no se 'desmorone' el peinado.