Debutó en el 2013, con 20 años, en el Barça B en Segunda División. Desde entonces, el jugador de Hospitalet de Llobregat no ha dudado en transformar su cuerpo para convertirse en un 'superhombre', como diría Nietzsche.
"Nosotros no hablamos de fuerza, sino de potencia. Cuando llegó a nuestro centro en Barcelona empezó con el entrenamiento isoinercial. Un futbolista, para ser profesional, debe dar más de 600 vatios de potencia y Adama se quedaba en 590. Ahora ya supera los 1.000", confesó Rodríguez.
Ahí empezó la metamorfosis de un jugador que, con su físico, pasó por encima del Manchester City y se quedó cerca del Liverpool. "Todo lo trabajamos con este tipo de máquinas a altas velocidades y con el control de una musculatura u otra para compensar", explicó el preparador físico para ver la evolución de Adama Traoré.
Óscar Rodríguez dirige Global Performance, un centro por el que pasan futbolistas de la talla de Eric Bailly, Edu Expósito, Marc Pedraza o deportistas de otras disciplinas. Pero el propio Rodríguez se dedica con exclusividad a Adama Traoré, tanto que incluso es su confidente en Inglaterra.
"Se fue dolido del Barcelona. Había rechazado el año anterior ofertas y pensaba que haría la pretemporada con el primer equipo, pero no fue así", confesó el preparador físico de uno de los hombres de moda en la Premier League.