A España le cuesta arrancar las grandes competiciones. Y a sus porteros todavía más. Y es que no son pocos los ejemplos de los guardametas que han tenido un día para olvidar en el comienzo ya sea de un Mundial o una Eurocopa.
Y sino que le pregunten a José Francisco Molina. En la Eurocopa del 2000, España se pegó un batacazo en el partido inaugural frente a Noruega encajando un gol en el 65' tras una mala salida de Molina en un libre directo botado desde el centro del campo.
Un error que José Antonio Camacho, seleccionador por aquel entonces de 'la Roja', castigó con la suplencia en el siguiente partido. Sería Santiago Cañizares el que se haría con su puesto para los dos partidos restantes de la fase de grupos y el de cuartos de final ante Francia.
En pocas ocasiones una selección cambia su portero titular tras el partido inaugural. Aunque a aquella España le sirvió, ya que pasó a la siguiente fase tras vencer a Eslovenia por 1-2 y a Yugoslavia por 3-4 en un partido para el recuerdo.
Así, habrá que ver si Fernando Hierro optará por cambiar su portero titular o mantener a De Gea bajo palos. Aunque tras el partido se posicionó al lado de su guardameta a pesar de sus errores ante Portugal.