El mundo del fútbol necesita más ejemplos así. Como la naturalidad con la que Nicolás Fernández habla de su homosexualidad, un tema tabú en el mundo del fútbol. En una entrevista con 'El Diario de la Pampa' repasó cómo salió del armario y cómo convive de manera normal con un entorno donde la condición sexual sigue cuestionada por muchos intolerantes.
El pasado 28 de junio, el Día Internacional del Orgullo LGBT, hizo una publicación en Facebook hablando de su homosexualidad que tuvo muchísima resonancia por ser el primer caso en Argentina en que un futbolista, aunque no sea profesional, habla abiertamente de ello.
"Había salido, estaba con mi pareja y tiré ese estado en Facebook. Después se hizo una revolución, se hicieron eco todos los medios de La Pampa. Muchos se sorprendieron en el fútbol. Otros ya me conocen en Santa Rosa. No ando con un megáfono diciendo qué soy ni nada. Pero ahí me salió", contó el portero de 24 años, que se encuentra realizando la pretemporada con el Club General Belgrano y milita en la Liga Cultural, por debajo de la cuarta categoría del país.
Fernández se refirió a cómo le trata la gente del fútbol en diferentes ámbitos, como en el vestuario: "No tomo mal que hagan un comentario, un chiste. De hecho, mis compañeros lo hacen. Terminamos de entrenar, nos ponemos a estirar, y por ahí sale algún chiste. Me río. No lo tomo a pecho. Tengo claro quién soy, qué hago y qué dejo de hacer. Lo que diga el resto no me interesa".
Más difícil han sido algunos episodios que ha tenido que soportar en los campos de fútbol. "Cuando atajaba en Huracán de Pellegrini vino a jugar Ferro de Trenque Lauquen. Y una persona se puso atrás del arco, arriba de una camioneta, y me insultó todo el partido. Ahí me calenté. Le decía que cuando terminara el partido lo iba a buscar. Cuando termina, salgo corriendo, la policía me frena. Mi viejo y la hinchada fueron a buscarlo. Tuvo que intervenir la policía para que pudiera irse", relató.
Sin embargo, poco a poco ha ido acostumbrándose y tomándoselo con otro talante: "Ahora me gritan put* (gay) en la cancha y yo me doy vuelta y me río. El año pasado atajé con un conjunto de ropa rosa en Atlético Santa Rosa. Me dijeron tantas cosas para hacerme calentar y sacar del partido que yo me agachaba, le hacía cualquier gesto, me reía. Les gané. No lograron hacerme enoja".
Nicolás Fernández, que aseguró que "es un tema tabú en el fútbol", agradece la normalidad de estas situaciones en competición femenina: "Es mucho más abierto, está un paso adelante. A veces otros jugadores me ven, me saludan y agachan la cabeza. No sé por qué será".
16 de febrero de 2020