Al contrario de lo que ha pasado en la Liga Española en esta primera parte de la temporada, la Champions no ha hecho especial hincapié en la posición de los porteros a la hora de lanzar los penaltis.
El perjudicado en esta ocasión ha sido el Atlético de Madrid. Trippier dispuso de un penalti a los dos minutos de juego. El lateral se perfiló para el lanzamiento pero Kochenkov adivinó su intención y rozó lo justo para evitar el tanto.
Ya en el mismo momento en el que sucedió la acción se podía intuir que el arquero se había adelantado. En la repetición se pudo comprobar que había más de un metro de diferencia entre el pie y la línea.
Sin embargo, ni el juez de línea que estaba atento a la jugada ni el VAR, a posteriori, alertaron al colegiado. Al final y pese a las protestas, el partido siguió su curso y el penalti nunca se repitió.