Se le torcieron los planes al a escuadra de Valverde en el tramo final del enfrentamiento. La Real se metió en el partido poco a poco y un error de Ter Stegen fue clave para que firmaran el empate a falta de media hora para el pitido final.
Se puso en marcha el plantel catalán para intentar volver a ponerse por delante, pero no era posible ante un cuadro 'txuri-urdin' que se echaba bien atrás para evitar las intentonas constantes de los azulgranas.
Pero pudo haber un penalti a Piqué prácticamente sobre la bocina. El defensa cayó dentro del área rival por un agarrón vehemente, pero el colegiado no estuvo de acuerdo con las protestas del jugador del Barcelona.
No es la primera vez esta campaña que un encontronazo de estas características no se tiene en consideración como pena máxima. Parece ser que se está siendo más permisivo quizá con este tipo de contactos físicos.