A escasas semanas de conocer el futuro de Mbappé, el delantero francés sigue haciendo lo que más le gusta: liarla sobre el terreno de juego. Ante el Montpellier fue un rodillo y lo hizo, junto a Messi, prácticamente todo.
Primero dio dos asistencias a Messi para el 0-2. El astro rosarino terminó definiendo de escándalo dentro del área en una primera parte muy plácida. Luego, de sus botas nació el tercer tanto de Di María.
Y por el camino incluso gozó de varias oportunidades claras de gol y un disparo a la madera, pero su premio llegaría en el minuto 60, cuando forzó una pena máxima que terminaría transformando al engañar al portero del Montpellier.
Su partido rozó la perfección. Mbappé participó en todas las acciones de ataque del PSG. El Real Madrid se frota las manos y en Catar sueñan con su continuidad. Solo él lo sabe. Mientras, sigue marcando y dando goles.