"Esa gente no tiene derecho a estar en un recinto deportivo; le han hecho un daño enorme a la comunidad, a sus hijos y al fútbol", ha declarado Bestard a EFE.
La riña fue grabada en vídeo por una de las personas que presenciaban el partido y las imágenes revelan acciones de una violencia extrema. Patadas, puñetazos e insultos, todo delante de niños y de un público estupefacto que no pudo evitar la lamentable escena.
Varios de los padres que intervinieron en la pelea fueron atendidos de heridas leves y algunos interpusieron denuncias ante la Guardia Civil.
El Comité Antiviolencia se reunirá esta tarde, según ha anunciado Bestard, para tomar cartas en el asunto.
"Al tratarse de un partido de Segunda Regional en la Federación tenemos poca capacidad sancionadora, así que esperamos que actúe la justicia ordinaria con el máximo rigor y que llegue hasta el final", ha precisado el máximo dirigente del fútbol balear.
Betsard calificó de "aislada” la reyerta, al igual que otro incidente registrado hace pocos días en Mallorca, cuando un joven arbitro fue agredido por un aficionado al finalizar el partido entre el Llucmajor y el Baleares Sin Fronteras.