El portugués, que militó durante las últimas cuatro temporadas en el Besiktas de la Liga Turca, explicó que tuvo que dejar el club por sus desencuentros con la directiva... en concreto, con su presidente.
"Si me fui, solo fue porque él quiso. Logró echarme de un equipo al que yo amo. Tanto el Besiktas como el Oporto serán mis equipos hasta la muerte", comentó explicando Quaresma.
"El presidente nunca tuvo el valor de hablarme a la cara. Me han llegado a deber cinco meses de salarios. Mi familia no era feliz aquí", añadió, en referencia al mal trato que sufrió por parte del presidente.