Challandes, un gran conocido del fútbol suizo y ex seleccionador de Armenia, con la que hizo grandes progresos, se pone al mando del joven equipo kosovar.
Reconocido por la UEFA el 3 de mayo y el 26 del mismo mes por la FIFA, Kosovo acumula hasta ahora un empate y nueve derrotas en su casillero (tres goles a favor y 24 en contra). Eso sí, Kosovo sí sabe lo que es la victoria en un partido no oficial. Fue ante Omán, en el primer encuentro amistoso autorizado por la FIFA.
En su debut como selección de pleno derecho, el combinado europeo sorprendió a todos arañando un punto en Finlandia. Era el primer partido de clasificación para el Mundial y, hasta ahora, también la primera y única alegría. Valon Berisha fue el autor del tanto en el (1-1) ante el equipo finés. El primero de la historia.
Ahora, la Liga de las Naciones se presenta como una gran oportunidad para los kosovares. Encuadrado en el Grupo 3 de la Liga D, los de Challandes se medirán a Azerbaiyán, Malta e Islas Feroe, rivales ante los que pueden dar mucho que hablar.
Antes de ponerse objetivos más ambiciosos, Kosovo quiere quitarse la espinita y sumar su primer triunfo oficial. El primer beso, ese que nunca se olvida. Porque luego llegan muchos más, mejores y más trabajados. Pero ninguno se disfruta, se celebra y se recuerda como el primero...