Era un duelo para dejar claras las aspiraciones de uno y otro conjunto antes de encarar el último tercio de competicion. Eintracht de Frankfurt y Union Berlin lo sabían bien y, por ello, el choque comenzó con las precauciones típicas de una final.
Los equipos se tantearon durante los primeros 45 minutos, con el Eintracht tratando de llevar la iniciativa mediante el dominio del esférico.
Esa buena voluntad no se traducía en ocasiones claras ante un cuadro capitalino muy bien plantado atrás y que esperaba con paciencia para dar el golpe.
Este no llegó en la primera mitad del encuentro, pero si lo hizo al comienzo de la segunda con el tanto de Andersson en el 49'.
Con el 0-1, el conjunto de Frankfurt se empezó a poner nervioso y se desesperaba con el paso de unos minutos que le traerían poco después un nuevo mazazo.
En el 67', N'dicka pondría tierra de por medio sin querer al introducirse el balón en su propia portería y subir el 0-2 al electrónico.
Sólo entonces, con el marcador claramente en contra, pareció reaccionar el equipo local, que añadió mordiente a su juego con la entrada al terreno de juego del ex jugador del Sevilla, el delantero portugués André Silva.
Caballerosamente, en el 79', Hübner tendría también la mala fortuna de anotar un gol en la meta que no era y daba emoción al choque con el 1-2, pero el Union Berlin supo gestionar bien el tramo final y amarrar tres puntos que le colocan en la décima plaza y a tan solo siete puntos de los puestos de acceso a la Europa League.