El Paris Saint-Germain visitó este miércoles al Angers con las bajas de Neymar y Leo Messi, pero Pochettino tiene plantilla de sobra para que no se note. Los parisinos buscaron ganar el encuentro a toda costa y esperar al Marsella para salir campeones de la Ligue 1.
El alirón matemático tendrá que esperar porque el Marsella derrotó al Nantes por 3-2, pero hasta el final del encuentro no levantó la cabeza un PSG que fue de menos a más. El Angers salió con la ilusión de ponerle las cosas complicadas y lo hizo por momentos.
Keylor Navas tuvo que intervenir por un buen disparo de Boufal, que luego se marchó lesionado en camilla en lo que fue un duro golpe para el Angers. Poco a poco, el PSG se fue haciendo con el control y Mbappé, cómo no, se encargó de abrir la lata.
El francés disparó con la zurda y cruzado al palo izquierdo, por lo que fue imposible para Mandrea. Ali Cho buscó el empate, si bien su remate se marchó cerca de uno de los postes de la portería de Keylor Navas.
Al borde del descanso, Sergio Ramos obtuvo una pequeña recompensa a tanto sufrimiento. Al central lo dejaron solo en el área e hizo lo que mejor sabe hacer. Saltó, cabeceó fuerte y la mandó a dormir.
Ya en la segunda mitad, el PSG controló el partido y a un Angers que fue dando coletazos cada vez más leves. Mandrea le volvió a sacar el tercer gol a Mbappé antes de que el VAR entrara en acción, ya que corrigió una decisión del colegiado.
Kehrer hizo una entrada limpia sobre Ali Cho, por lo que jamás pudo ser pena máxima y así cambió su decisión el trencilla. Al final, Marquinhos se sumó a la fiesta con un cabezazo para dar por cerrado el encuentro.
Pochettino dio por finiquitado el encuentro al repartir minutos, aunque se encontró con la roja a Michut, que se fue con lágrimas en los ojos. El título tendrá que esperar.