Llegó la Champions a Azerbaiyán y lo hizo con un buen partido entre Qarabag y Roma. Los locales plantaron cara y estuvieron cerca de puntuar ante una Roma que encarriló la victoria pronto, pero que acabó sufriendo al final por el empuje del modesto equipo azerí.
Pronto, la Roma iba a hacer buenos los pronósticos y, en un saque de esquina, Manolas puso en el segundo palo el 0-1 tras un mal despeje del portero del Qarabag.
Apenas un puñado de minutos después, una buena acción personal de la Roma sirvió para que Dzeko pusiera el 0-2 y encarrilara lo que parecía una cómoda victoria de los romanos en la segunda jornada de la Champions.
Nada más lejos de la realidad, el Qarabag acortó distancias por mediación de Pedro Henrique y la Roma comenzó a sufrir ante el empuje de un Qarabag tan impetuoso como falto de calidad.
La segunda mitad, con buenos minutos de Míchel, no modificó el resultado, que pudo ampliarse en remates de Kolarov y Peres y que pudo acabar en empate si Ndlovu hubiera aprovechado un cabezazo tras centro desde la izquierda en los últimos compases del choque.
La Roma se lleva los tres puntos y el Qarabag se queda con el sueño de un punto histórico que no fue posible.