El Rayo se pasea por su casa y bloquea al Mallorca

El Rayo volvió a pegar un golpe en la mesa en medio de la irregularidad. El conjunto de Iraola le dio una alegría a su afición en Vallecas con una placentera noche de lunes y una victoria cómoda sobre el Mallorca.

Fue superior el conjunto rayista, que supo surfear bien en el partido y acabar con todos los intentos de un Mallorca que se vio espeso y que acabó metido en unas arenas movedizas, sobre todo en la primera mitad.

El Rayo dio un paso adelante y adelantó al Barcelona, mientras que el Mallorca se acerca peligrosamente a los puestos de descenso, pues los tiene a cuatro puntos de distancia.

Sergi Guardiola no perdonó en la primera que prácticamente tuvo. Comesaña le dejó solo y con un remate de primeras batió por abajo a Manolo Reina, que poco pudo hacer en lo que fueron cinco minutos fulgurantes del Rayo.

Porque poco tiempo después le cayó el segundo jarro de agua fría a los de García Plaza. Brutal contra comandada por Álvaro García, que decidió hacer la guerra por su cuenta y con velocidad dejó atrás a dos defensas para plantearse delante de la portería de Manolo Reina. El del Rayo sacó un disparo al mismo palo que el primer tanto y subió el segundo al luminoso.

Balliu tuvo el tercero y sacó la defensa prácticamente bajo palos, mientras que al borde del descanso hubo un gol anulado a Catena por una falta sobre el meta del Mallorca.

En la segunda mitad siguió el mismo guión y sin ningún giro imprevisto. A Sergi Guardiola se le volvió a escapar el tercero a puerta vacía, pero Valjent cometió un penalti clarísimo al derribarle poco después en el interior del área por un agarrón y fue Trejo el que definició con una calidad tremenda. 'A lo Panenka'.

Al Mallorca le costó un mundo ser peligroso en los últimos metros, si bien consiguió maquillar el resultado después de que ambos entrenadores agitaran el árbol para buscar sus respectivos intereses. 

Por medio de Abdón, que se quedó solo por un buen pase de Ángel, el Mallorca le puso pintura al resultado en Vallecas, donde se sintió sobrepasado por un Rayo bien asentado y defensor de sus dominios.