Haga lo que haga, no habrá 'play off' para el Rayo Vallecano. Pese a la polémica con la suspensión del Deportivo-Fuenlabrada, el Elche cumplió con su parte y será quien dependa de la situación del conjunto madrileño. Entretanto, el equipo de Paco Jémez culminó la temporada remontando (1-2) a un Racing de Santander que se despedía así, hasta pronto con seguridad, de la Segunda División.
La polémica está servida. El aplazamiento de partido de los madrileños ante el Deportivo era entendido como una "adulteración de la competición" en el conjunto madrileño. Pero aun así había que jugar y los de Jémez se plantaron con la actitud correcta en El Sardinero.
Desde el primer instante, el conjunto vallecano se hizo con el balón y trató de encajonar a su rival, un Racing ya descendido y colista, para cumplir con su parte. La movilidad de Isi Palazón, que estrelló un balón en el palo, y los empellones de Andrés y Juan Villar hacían oler el gol en el coliseo racinguista, claro que no fue precisamente para el Rayo.
Sí, los de Jémez habían apretado y las tuvieron más claras, pero el equipo de José Luis Oltra no iba de paseo. Supo aguantar y entendió que el Rayo, mal habitual de Jémez en su aventura como entrenador, acabaría cometiendo errores y un desajuste le abriría la puerta al Racing para encontrar el gol. Y así fue.
En una falta a favor para el Rayo cerca del descanso, los madrileños decidieron sacar en corto, perdieron el balón y el envío al espacio hacia Nico Hidalgo se acabó transformando en un centro tenso y bien medido hacia la cabeza de Siverio. El chaval, con un giro de cuello fantástico, hacía su primer tanto de la temporada con el primer equipo.
A los franjirrojos les quedó incluso una oportunidad que Juan Villar, que había entrado en el once a última hora por Qasmi, mandó a las nubes cuando tenía todo a su favor en el área pequeña. Un error de bulto que podía ser imperdonable en una cita donde el Rayo tenía que hacer sus deberes sí o sí, independientemente de lo que ocurriera (o no) en otros campos.
Parecía que el guión iría por el mismo camino en la segunda mitad, pero esta vez sí que atinaron los pupilos de Jémez. A base de circulación rápida, el Rayo maniató al Racing y puso al límite a Lucas Díaz, el guardameta racinguista. Tras las ocasiones de Juan Villar e Isi llegó el empate de Álvaro García y el asedio continuó hasta que llegó el penalti del segundo tanto.
Goñi derribó a Andrés dentro del área en una acción que revisaría el colegiado en el VAR a posteriori. Tras ver la jugada en la pantalla, González Esteban señaló el punto de penalti y Mario Suárez no falló con un disparo duro imparable para Lucas Díaz. Consumaba así la remontada para cumplir con su parte.
Lo que sucedía en Elche no movía a Paco Jémez, que tras escuchar el primer tanto ilicitano hacía un gesto de reprobación al banquillo. Ganó al final el equipo de Pacheta, lo que invalidaba todo lo que hiciera el Rayo. Aun así, se avecina tormenta judicial, por lo administrativo o lo deportivo.