El 4 de febrero de 2017, a pesar de las presiones del Real Madrid por disputar el encuentro debido a la estrechez del calendario, LaLiga confirmó la suspensión del partido en Balaídos haciendo caso a las autoridades municipales de Vigo.
Por aquel entonces, un temporal de viento y lluvia azotó el norte de la península levantando 40 metros de la cubierta del estado vigués, enfrentando además al alcade de la ciudad y a la entidad capitalina.
El encuentro, previsto para ese mismo día a las 20:45, quedó programado para el 17 de mayo de ese mismo año. El Madrid no hizo prisioneros: goleó 1-4 a los gallegos y acabó ganando la liga.
Esta ha sido una década polémica para el Real Madrid, al que le pasó algo parecido en Vallecas. Martín Presa, presidente de la entidad madrileña, describió el suceso como "sabotaje".
Acababa de arrancar la temporada 2012-2013. En la jornada 5, el entonces equipo comandado por José Mourinho, de visita a uno de los barrios de la capital, vio aplazado su partido por un corte de luz.
El encuentro se pasó al día siguiente y los blancos ganaron 0-2 con goles de Benzema y Cristiano Ronaldo, pero el suceso quedó marcado por las palabras del máximo mandatorio del conjunto local.
"No ha sido por culpa de la lluvia, hay cables cortados. No sabemos quien ha sido, habrá que hacer investigaciones", decretó Martín Presa, unas palabras que reafirmó la por entonces presidente de la Comunidad, Cristina Cifuentes: "Ahora intervendrá un notario para levantar acta de todo lo sucedido. Ha sido un claro ataque de sabotaje".