Hace sólo dos veranos, en la Eurocopa 2016 en Francia, España se plantaba en los octavos de final tras quedar segunda de grupo. Un error de Ramos permitió a Croacia quedarse con la primera plaza y enviarnos a los pies de una Italia que maniató a 'la Roja' y la tuvo contra las cuerdas buena parte de los 90 minutos de partido.
Fue entonces cuando sí apareció De Gea. El guardameta español las sacó de todos los colores. Repelió un cabezazo imposible a un Pellè que ya casi cantaba gol. Tiró de reflejos para sacar el remate picado casi dentro del área chica.
Poco después interceptó una chilena a Giaccherini que se estrelló contra la madera tras su parada. Aunque quizá la mejor fue la que le detuvo después a mano cambiada tras un tiro con efecto al palo largo del propio Giaccherini.
Para rematar su partidazo, ya en al segunda parte, mantuvo a raya a Italia lo que pudo parando un mano a mano a Martins en un contraataque. Aún así, no pudo evitar la derrota (2-0) en los octavos de final.
Algunos le achacan que pudo hacer más en el primer gol tras un tiro libre fortísimo que no consiguió despejar a un lado, aunque lo que también es cierto es que sólo jugadores italianos fueron a por el rebote. Si España no salió goleada de ese partido fue gracias a De Gea. Nada que ver con el de este Mundial.