Lo que bien empieza, ¿bien acaba? Que se lo pregunten a Pep Guardiola, que seguro que su respuesta en la tarde del domingo dista mucho del sentido del siempre sabio pero no siempre adecuado refranero popular.
Porque Mahrez, con solo cuatro minutos de partido, adelantó a un City con muchas bajas con un fantástico tanto. El ex del Leicester cumplió la famosa ley y marcó ante su antiguo equipo con un remate al ángulo ante el que nada pudo hacer Schmeichel.
El 1-0 frenó el alto ritmo del inicio y no fue hasta la recta final del primer tiempo cuando se vio el segundo tanto. Ahí empezó Vardy su recital al transformar la primera pena máxima de la tarde en el Etihad.
Tras el descanso, llegó el acelerón del bueno de Jamie. En el 53', le dio la vuelta al partido con un auténtico golazo. Castagne mandó el balón al área desde la derecha y el delantero, con la espuela, puso el 1-2.
Por si fuese poco, el propio Vardy marcó el tercero. De nuevo se valió de los once metros para, cinco minutos después, aumentar la ventaja.
El City quiso volcarse a por el empate, pero el Leicester entendió y controló mucho mejor el partido. Tanto que fue Maddison, a 13 minutos del final, el que movió el marcador a favor de los 'foxes' con otro golazo.
Ya en la recta final, Aké, en el 84', y Tielemans, en el tercer y último penalti de la tarde, confirmaron el 2-5 que deja al Leicester líder de la Premier gracias al mayor número de goles. El Everton, también con pleno, es segundo. Por su parte, el City se queda en la decimotercera plaza con una jornada menos y tres unidades.