Hay preocupación en el Granada. El filial es cauto y prefiere que se posponga su arranque liguero ante el Real Murcia.
El Recreativo Granada lleva sin entrenar desde el pasado lunes 5 de octubre, cuando suspendió sus sesiones de trabajo y sus jugadores pasaron a ejercitarse de forma individual en sus domicilios al detectarse varios positivos por coronavirus en el plantel.
El Granada informó en un comunicado de que, debido a la "persistencia" de esos casos, ha trasladado esta petición de aplazamiento a la RFEF "ante la complicada tesitura de no poder afrontar el primer encuentro de la competición".
"Una vez tramitada la petición por escrito y puesto en conocimiento del rival, el club aguarda una respuesta formal, solicitando comprensión ante las circunstancias actuales", precisó en su nota.
Aparte de tener que suspender los entrenamientos del equipo, los positivos por COVID-19 en las filas del Recreativo Granada obligaron al club a la desinfección de las instalaciones de la Ciudad Deportiva, donde se ejercita también el primer plantel rojiblanco de LaLiga Santander, que no se ha visto afectado por esta situación.