Alemania ha transformado a Luka Jovic, que solo ha necesitado 20 minutos para volver a ser la estrella que el Real Madrid compró hace un par de temporadas y en la que había depositado grandes expectativas.
El serbio entró con un decepcionante 1-1 del Eintracht de Frankfurt, su nuevo equipo, ante el Schalke 04 y fue clave para el triunfo, pues firmó un doblete que recordó a sus mejores tiempos en la Bundesliga.
Tras el triunfo, Jovic se confesó aliviado y feliz de haber vuelto a mostrar su clase: "Sensación increíble con la victoria y los dos goles marcados".
Fue la publicación con la que celebró el triunfo el balcánico, que profundizó en sus redes sociales: "No podía soñar con un regreso mejor. Espero que esto solo sea el principio y que lo mejor esté todavía por llegar".
"Gracias por todo el apoyo recibido. Quiero dedicar mi primer gol a un gran profesional, un líder increíble, un amigo de verdad y a un gran jugador con el que he tenido la oportunidad de jugar, David Abraham -se va al fútbol argentino-. El segundo gol se lo dedico a un gran seguidor del Eintracht fallecido recientemente, que descanse en paz", concluyó un Jovic que ha pasado de la nada en Madrid al liderazgo de un equipo en Frankfurt.
El delantero había prometido marcar a su compañero Djibril Sow si jugaba. Una muestra más de la confianza con la que Jovic regresó al equipo y que no exhibió en todo su periplo en Madrid.
"Luka no entró demasiado en contacto con el balón, pero cuando lo hizo fue de lo más efectivo", dijo el director deportivo Fredi Bobic, que explicó las posibles razones de su resurrección: "Aquí tiene a su gente, conoce a todos y está muy a gusto". Se espera, por tanto, un gran rendimiento que le permita volver enchufado a Madrid.