El Atlético de Madrid logró el triunfo ante el Levante en la Jornada 19 de LaLiga. Volvía el fútbol al Wanda Metropolitano y el primer regalo de 2020 para los rojiblancos fue posible gracias a una gran parada de Oblak.
El marcador lucía un ajustado 2-1 a favor de los locales. El colegiado había añadido tres minutos y el reloj ya soprepasaba el 92:40. Pero entonces se paró el tiempo en el estadio 'colchonero'.
Bardhi recibió un gran balón desde la derecha. El '10' estaba solo en el área pequeña y remató de cabeza para empatar el partido. O eso pensaba justo cuando conectó con el balón, pero un segundo después, el 2-1 seguía en el luminoso.
Oblak, a contrapie, sacó una mano que aunó muchos adjetivos de los que gustan oír. Fue clave, preciosa, precisa, más que rápida y un sinfín de piropos más. Con su mano izquierda, el esloveno elevó el brazo en décimas de segundos para mandar la bola a saque de esquina y convertirse, horas antes, en el cuarto Rey Mago.
Tras el partido, el propio portero del Atlético quiso explicar cómo hizo posible su último milagro, aunque se quitó méritos por la acción: "Por suerte la he parado y ojalá sea siempre así".