Una de las cosas que suelen saberse de antemano respecto al Mundial de Clubes es que el representante oceánico suele proceder de Australia o Nueva Zelanda, las dos ligas más potentes del continente. Sin embargo, esta vez no será así, se rompe el duopolio. 

Todo gracias al Hienghène Sport, que se impuso en la final al Magenta por la mínima (0-1) en el partido final de la competición. De hecho, quien iba a ganar seguro era Nueva Caledonia, puesto que el otro finalista también era de su liga. 

Desde que se disputa la Champions Oceánica, que nació en 1987, solo el Hekari United, de Papúa Nueva Guinea, había conseguido romper la hegemonía de los equipos australianos y neozelandeses. Ahora la lista de equipos que han hecho el milagro se duplica. 

Tofi City (Papúa Nueva Guinea), Tefana (Tahití) y Malampa Revivors (Vanuatu) fueron los rivales del Hienghène Sport en la fase de grupos. En cuartos apeó al Ba (Fiji) y, en semifinales, al Team Wellington (Nueva Zelanda), que fue precisamente el representante oceánico en la anterior edición. 

La clasificación del Hienghène Sport se une a la obrada por el Monterrey a principios de mes tras vencer en la final a Tigres.