Lo venimos diciendo cada poco tiempo. La globalización del fútbol está cada vez más cerca. Y es que el camino que en su día emprendieron las primeras estrellas en el ocaso emigrando a jugar a países asiáticos ha ido ensanchando hasta llegar a nuestros días, en los que parece que países como México, Argentina o Estados Unidos ya están en la pelea por tener a varios de los mejores jugadores de Europa y Sudamérica.
Esta misma temporada, la MLS norteamericana consiguió el fichaje del internacional italiano Giovinco que, si bien no explotó del todo en Europa, no era una estrella en el declive como en su día pudieron ser David Beckham o Thierry Henry en el momento en que decidieron jugar en Estados Unidos.
Hace escasos días, por otra parte, el Tigres mexicano ha anunciado tres incorporaciones de relumbrón, como son las del atacante nigeriano del Villarreal Uche -titular en bastantes partidos del 'submarino amarillo' esta temporada-, las del también jugador del equipo castellonense Javier Aquino o el fichaje del segundo máximo goleador de la Ligue 1 francesa la pasada campaña, el galo André-Pierre Gignac.
¿Quién se iba a imaginar hace tres o cuatro temporadas que todo un internacional francés, segundo máximo goleador de su liga, iba a preferir jugar en México que en cualquier equipo europeo? Pues lo mismo está sucediendo en el fútbol argentino. Mientras Boca trabajaba a marchas forzadas para recuperar, varios años después al 'apache' Carlos Tévez, desde River Plate se trabajó para incorporar al 'conejo' Javier Saviola. ¿El último rumor? El regreso de Lucho González al equipo del Monumental.
Estos dos fichajes -podrían ser tres de confirmarse lo de Lucho- se unen al de Pablo Aimar, que regresó a los 'millonarios' hace algunos meses y a Dani Osvaldo, un jugador con tremendo caché en Europa que después de varios problemas extradeportivos prefirió pasar una temporada en el fútbol argentino, alejado de los grandes clubes.
Aunque parece que el ex jugador del Espanyol va a regresar a Italia en este período de fichajes, lo cierto es que la tendencia argentina está clara en las últimas campañas: 'quieren volver a contar con el campeonato más fuerte de América'. No olvidemos que, en el tema que nos ocupa, también Brasil lleva varios años recuperando a grandes jugadores y, al igual que en el país argentino, cada año lo está haciendo con jugadores más jóvenes.
Parece una utopía pero... ¿tendrán los equipos sudamericanos dinero suficiente para atraer o retener a sus mejores jugadores en plenitud en unos años? Y como ya es conocido que Leo Messi quiere finalizar su carrera en Newell's... ¿supondrá el hipotético regreso de Leo Messi una inyección para atraer aún más y mejores futbolistas al fútbol argentino?