Para una buena parte de los futboleros, clubes como el parisino siempre repetían la misma historia: candidatos a todo por nombres pero muy lejos del éxito por el colectivo.
Sin embargo, Tuchel parece haber encontrado la solución. El PSG cuenta con un tridente ofensivo de muchos quilates, pero el centro del campo se desmoronaba tras ellos.
Ante esto, el técnico ideó un cambio de táctica. Lo que siempre pareció un 4-2-3-1 ahora ha pasado a ser un 3-4-3. Neymar, Mbappé y Cavani, especialmente el pirmero, cuentan con libertad para intercambiar posiciones y hacer 'diabluras' en ataque.
Pero para que eso ocurra, alguien tiene que vigilar la casa. Ahí aparece Marquinhos. Junto a los centrales, es el tercero que cierra en defensa, mandando arriba a los laterales.
Verratti, Di María y los dos laterales se unen en campo contrario, respaldando al tridente y dando continuidad a la idea de dominio. Así ha nacido la 'mcn 2-0', menos solitaria y más eficiente.