Cuando el coronavirus obligó a detener la temporada, el Hellas Verona se encontraba en octava posición con 35 puntos, a solo cuatro de los puestos de Europa League.
Una gran clasificación para un equipo cargado de jóvenes talentos y veteranos jugadores que disfruta de la armonía entre la sangre fresca y la experiencia sobre el césped, todo esto dirigido por el buen hacer de Ivan Juric.
Una mezcla de juventud, ilusión, calidad y experiencia que le ha convertido en el equipo revelación de la temporada, y ha llevado a jugadores como Marash Kumbulla o Sofyan Amrabat ha ser pretendidos por la Juve y el Nápoles, respectivamente.
Y qué decir de los más veteranos del equipo, hombres como Fabio Borini, Giampaolo Pazzini, Miguel Veloso o Salvatore Bocchetti de los que diariamente aprenden los recién llegados y los jugadores de la cantera, ejes de un equipo con muchas aspiraciones que promete seguir dando guerra también la próxima temporada.