En medio de un revuelo tremendo, la Selección Danesa viajó hasta Eslovaquia con una convocatoria repleta de jugadores de Tercera o Cuarta División y otros que compiten al primer nivel, pero en fútbol sala.
Una situación provocada por la falta de acuerdo entre la Federación Danesa y los futbolistas, que se negaron a viajar para disputar un partido amistoso que pasó a la historia y que terminó con triunfo eslovaco por 3-0.
Tampoco estuvo en la expedición el seleccionador nacional, por lo que se desplazó uno interino, John Jensen, que reconoció en 'Ekstrabladet' la dificultad que tuvo para preparar el choque.
Jensen admitió en el citado medio que, al subirse al avión, no tenía constancia de quiénes eran los jugadores. No conocía ningún detalle de los mismos, en lo que sin duda fue uno de los amistosos más extraños que se recuerdan.