El primer derbi sevillano de la temporada se lo adjudicaron los de Nervión. En estas lides se estrenó Lopetegui y lo celebró como un título. El Sevilla ganó al Betis tras dominar primero y aguantar después. El gol de Loren espoleó al conjunto verdiblanco, pero terminó con las manos vacías. Los de Rubi no lograron dar continuidad a la mejoría de resultados de los últimos partidos.
El día de las Elecciones Generales arrancó en las urnas y acabó en Heliópolis con el Sevilla gobernando la capitalidad futbolística de la ciudad gracias a los goles de Ocampos y De Jong. El argentino sigue de dulce y el holandés empieza a entonarse. En esta empresa contaron con la diestra de seda de Banega y dos puños de hierro de Vaclík.
El Sevilla completó 45 minutos de nivel y al Betis le costó subirse al ritmo que imprimían el incansable Ocampos y compañía. De Jong tuvo la primera ocasión en el minuto ocho, por entonces los de Rubi apenas habían rascado bola. Su cabezazo lo atrapó Joel.
El primer golpe lo pegó el bloque rojiblanco en el minuto 13. Un despeje de Mandi se quedó corto y Ocampos no se lo pensó para soltar un latigazo que superó por bajo a Joel Robles. Respondió el Betis con una volea de Fekir, una raya en el agua del poco bagaje ofensivo que mostraba el Betis.
Se agobiaba el Betis con las balas sevillistas, un equipo rocoso y físico al que esta vez acompañó De Jong, que se hartó de chocarse con los centrales béticos. Pasó que el Betis, cuando peor estaba, encontró oro en el rubio Loren, que puso el pie antes que nadie para subir el empate en el 45'. Emerson saltó más que Reguilón y Loren estuvo más rápido que Koundé.
Tras los minutos de tanteo de la segunda mitad, una genialidad de Banega desniveló el encuentro de forma definitiva. Pase de elegido para que De Jong controlara con la derecha y definiera con la izquierda.
Rubi movió ficha y todos los cambios que hizo fueron de corte ofensivo. Logró reactivar el ataque del Betis, que se desordenó pero que no encontró respuesta en el ataque del Sevilla, que prefirió gestionar su renta.
Alex Moreno tuvo la mejor ocasión para el empate tras una jugada de Joaquín, que de repente había rejuvenecido diez años. Se topó con Vaclík, lesionado el día antes, para repeler su cabezazo.
El Sevilla dejó correr el reloj en su área y el Betis se desesperó a base de balones colgados para no lograr consuelo en forma de empate. El Sevilla presidió en el Villamarín.
Tras este resultado, el Sevilla vuelve a la zona Champions y es cuarto con 24 puntos; el Betis, con 13, es el último equipo que conlinda con las plazas de descenso.