Después de haber sufrido de lo lindo en todos los partidos en los que llevamos de temporada, el Sevilla, sin esperarlo, firmó su segunda victoria consecutiva después de deshacerse sin problemas de un Elche que ofreció una imagen bastante mala en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El cuadro hispalense nunca se había visto en esta tesitura, con un oponente muy flojo en todos los sentidos. Por eso está el cuadro ilicitano en la última posición, sin olvidar que todavía no sido capaz de ganar tras disputar 19 partidos del campeonato.
Los hombres de Pablo Machín demostraron de nuevo que no tienen argumentos para mantenerse en Primera División. No lo digo yo, solo hay que ver sus partidos. Y si a esta tónica negativa le añades una expulsión, todo se pone todavía más cuesta arriba.
Y mira que Lucas Boyé fue el primero en avisar con un cabezazo dentro del área. Bono estuvo bastante avispado porque evitó el 0-1 con una gran intervención. El Elche no estaba haciendo ruido, pero salía muy bien a la contra.
El Sevilla era el dueño y señor de la pelota, y finalmente consiguió dar el primer golpe al marcador. En el 29', Acuña, muy activo en todo momento, puso la pelota en el área y En-Nesyri dio un salto imponente para ejecutar un testarazo inapelable.
Ese tanto hizo crecer al cuadro hispalense, que estaba con ansias de hacer el segundo. Pero antes de llegar a ese punto, Sampaoli perdió por el camino a Jesús Navas, que sintió un pinchazo y tuvo que abandonar el terreno de juego con cara de preocupación.
Y después de ese infortunio, a los locales se les puso todavía más favorable el encuentro tras la expulsión de Bigas. Un mal control del zaguero lo aprovechó Suso, que le robó la cartera e inició la carrera para intentar plantarse solo ante Édgar Badía. El central se vio obligado a agarrarle y el árbitro, que le enseñó la amarilla, cambió de parecer al revisar la acción y le mostró la roja.
El Sevilla, con uno más, aprovechó bien la superioridad y con dos zarpazos remató el partido. Acuña vio recompensado su buen encuentro con un gol en un bombazo dentro del área. Le quedó la pelota franca tras desviar un defensor el chut previo de Óliver Torres. Luego le tocó el turno a En-Nesyri, que firmó su particular doblete justo al borde del descanso. Balón picado de Suso entre dos rivales y el marroquí batió por bajo al guardameta.
Tras la reanudación, el Elche, con diez y muy tocado, aguantó el chaparrón como pudo y eso que el Sevilla contó con ocasiones como para haber ampliado el marcador. Rakitic probó fortuna al poco del inicio sin éxito al igual que Óliver Torres, que no enganchó bien la pelota tras el intento previo de Ocampos.
El argentino volvió a tener otras dos ocasiones más que mandó al limbo: la primera en un intento de chilena fallida y la segunda, en un centro de Rafa Mir que se marchó alto al no ejecutar correctamente la volea.
El Papu Gómez -pitado por todo Nervión- también tuvo una buena oportunidad ante la pasividad defensiva ilicitana, pero ahí estuvo Édgar Badía para dar la cara por su equipo con una gran estirada. El portero, poco después, salvó a su equipo de nuevo en una doble ocasión protagonizada por Óliver Torres y Montiel.
El Elche firmó otra derrota más y a este paso puede acabar descendiendo en el mes de marzo. Los franjiverdes quedan muy tocados y se sitúan a once puntos de la salvación cuando quedan 57 en juego. La distancia puede ir a más en caso de que Celta, Getafe o Valladolid ganen sus partidos.
Por su parte, el Sevilla deja atrás el mal trago de Copa y sube posiciones con la mente puesta en dejar atrás la zona peligrosa y centrarse en meterse en Europa. Poco a poco, algunos hombres se van sumando a la causa para intentar lo imposible.