El silencio es la respuesta

La titularidad de Marcelo en el Camp Nou puede tener varias lecturas. En pleno 'Tourmalet' de partidos, el Real Madrid afronta la cuesta de febrero con la ineludible necesidad de mantener la buena dinámica de las últimas semanas.

Si bien Marcelo había perdido el sitio en favor de Reguilón en las últimas fechas, su experiencia en el equipo y galones -es uno de los capitanes- serían suficientes para afianzarle en la titularidad en partidos de mayor exigencia.

Otra forma de verlo es al contrario. Desglosando que el partido no se solucionaría en el primer envite en la Ciudad Condal, colocar a Marcelo en el once daría vía libre y descanso a Reguilón de cara al encuentro del sábado ante el Atlético de Madrid.

Más allá de interpretaciones, hablan los datos. Desde que el Real Madrid se proclamase campeón del Mundial de Clubes y con la llegada del nuevo año, el '12' ha jugado un total de cinco partidos. Dos de ellos fueron empates, una derrota y dos victorias, con una asistencia lograda.

Reguilón ha disputado siete, en los que ha logrado dos asistencias y cinco victorias, por dos derrotas. La dinámica habla de una mayor regularidad del canterano en perjuicio del brasileño, y sobre el césped del Camp Nou pudieron verse gran parte de los motivos del relevo.

A falta de un criterio defensivo ejemplar, las virtudes del brasileño, como su nacionalidad implica, siempre estuvieron ligadas a su aportación ofensiva. No obstante, sin la una ni la otra, los 90 minutos del lateral en la noche de este miércoles sembraron algunas dudas en su rendimiento a corto plazo.

Falto de un físico acorde a la magnitud de tal partido, Marcelo fue incapaz de estar en el momento oportuno en el lugar adecuado y llegó constantemente fuera de tiempo al desarrollo de sus obligaciones. 

Santiago Solari, entrenador de los blancos, fue preguntado al respecto en la posterior rueda de prensa. Tras eludir en un primer momento el comentario del periodista, el argentino terminó por dar por zanjado el tema con un silencio.

"Gracias", añadió. Sin decir nada, lo dijo todo. O, mejor dicho: quien calla, otorga.