Hubo algunos cambios en ambos conjuntos para un partido más vital para el Alcorcón que para un Sporting que vive, y lo sigue haciendo, en la zona alta de Segunda División.
Fue un encuentro con intensidad y al que le faltaron ocasiones y llegadas al área en el primer tiempo, una cuestión que fue a mejor cuando el reloj de arena se fue consumiendo.
Sosa avisó y Mariño puso firmes sus manos para repeler lo que fue un potente disparo nada más empezar. Más allá de eso, al conjunto 'alfarero' le costó un mundo crear ocasiones de peligro.
El Sporting perdonó demasiado y a punto estuvo de pagarlo. Djuka fue demasiado egoísta en la acción más peligrosa de la primera mitad porque decidió disparar él antes de regalarle el gol a su compañero. Dani Jiménez dejó la lata cerrada.
Tampoco hubo más historia que, por fin, llegó el salseo. David Fernández se durmió en un balón a la espalda y Djuka le ganó la posición hasta meter la bota. El cuero entró llorando.
El delantero del conjunto asturiano volvió a estar en el ajo, al igual que Manu García muy poco después. Ambos no olvidarán las dos ocasiones que tuvieron completamente solos para sentenciar al Alcorcón. El primero se la echó al muñeco, el segundo la tiró fuera sin explicación.
Tanto le dejaron tener fe al Alcorcón que acabó empatando con un fuerte disparo de Sosa, que ya venía probando y avisando. Mariño no pudo frenar esta vez lo que fue un potente remate desde la frontal.
Pero la alegría le duró cuatro minutos al Alcorcón cuando Pedro Díaz se la sirvió en bandeja a Aitor García, que batió a Dani Jiménez con un disparo raso, fuerte y abajo.
El Alcorcón no le perdió la cara al partido, aunque acabó de nuevo sobre la lona y sumando la quinta derrota consecutiva ante un Sporting que continúa bailando por la cima.