Rui Patricio fue uno de los afectados por las agresiones de varios aficionados que asaltaron la ciudad deportiva del Sporting de Portugal hace meses. Este fue el detonante para que el guardameta rescindiera su contrato, alegando "causa justa".
Así, después de más de una década en el conjunto luso, el portero emprendía un nuevo rumbo. Concretemente, probó suerte en el Wolverhampton inglés, en el que se ha proclamado como el arquero titular.
El Sporting no recibió precisamente bien la marcha del jugador e impuso una denuncia por la rescisión unilateral del contrato. Un asunto que aún está candente.
Según apuntó el diario 'A Bola', sigue sin cerrarse un acuerdo económico entre ambas entidades para la retirada de dicha sanción. Ahora, Frederico Varandas, mandatario blanquiverde, habría rechazado una oferta de 20 millones de euros.