El Steaua de Bucarest no es el Steaua de Bucarest, es el FCSB

El Steaua de Bucarest de toda la vida, el que ganó la Copa de Europa en 1986, ya no se llama Steaua de Bucarest. Hay un Steaua de Bucarest en la actualidad, sí, pero nada tiene que ver con el exitoso FCSB. Bueno, algo sí tuvo que ver en el pasado.
En 1947, aparece el primer club deportivo asociado al ejército rumano. Se trata del conocido primeramente como Asociatia Spotiva a Armaeti Bucuresti. El ASA apenas se mantiene un año con esta denominación y ya deja vislumbrar que su nombre sería de todo menos estable a lo largo del tiempo.
Ese club, que pasó a llamarse Clubul Sportiv Central al Armatei Bucuresti, CSCA para los amigos, albergaba muchas disciplinas deportivas más allá del fútbol. Las mantuvo con sus posteriores denominaciones. La entidad se conoció como CSCA (Casa Centrala a Armatei) desde 1950 a 1961, año en el que apareció por primera vez su icónico nombre con el que ha pasado a la historia.
El Clubul Sportiv al Arametei Steaua Bucuresti incorpora esa "estrella" en su nomenclatura que se quedó grabada en el imaginario de todos los aficionados al fútbol. Fue el nombre que más duró. No empezó nada bien esa nueva etapa, pero dejó atrás la crisis deportiva (solo ganó 3 Ligas de 20) para volver a reinar en el país y, sobre todo, para darse a conocer en el mundo entero en 1986. Se proclamó campeón de la Copa de Europa al derrotar al Barcelona en la final y, meses después, ganó la Supercopa de Europa ante el Dinamo de Kiev.
En 1998, llegó el enredo que hace que, a día de hoy, no todos tengan claro qué club es el Steaua tradicional. En aquel año, la sección de fútbol se separó del resto del club deportivo porque la Armada de Rumanía ya no podía mantener económicamente a esos altos niveles a la entidad. De la mano del empresario Viorel Paunescu, y bajo la denominación de AFC Steaua Bucuresti, ese nuevo equipo no terminó de cosechar éxitos, lo que llevó a un endeudamiento considerable. George Becali fue el salvador de esta entidad, a la que convirtió en una empresa pública para la que pudo conseguir inversores. Así nació el FCSB, unas siglas que, además de corresponder oficialmente a FC Steaua Bucuresti, el pueblo definió de otro modo un tanto irónico: "Faci Ce Spune Becali", en rumano, "Haces lo que dice Becali".
El CSA Steaua se quedó sin equipo de fútbol. El Ministerio de Defensa, propietario del club, acudió a la Justicia para evitar que el FC Steaua Bucuresti utilizara el nombre y los emblemas que acompañaron a la entidad en décadas atrás. Aunque esta le dio la razón en 2014, más tarde el FCSB pudo recuperarlos, pero nunca el escudo mítico del Steaua. Sí pudo emplear el famoso nombre, pero continuó con el FCSB bajo el que se 'escondió' en ese periodo.
Por su parte, el CSA refundó su sección de fútbol en la cuarta categoría de Rumanía con ese mismo apelativo que se mantiene hoy en día. Lo hizo en la temporada 2017-18 y, desde entonces, ha celebrado dos ascensos. Ha logrado alcanzar la Liga II, el segundo escalón del fútbol rumano, desde donde sueña con llegar a la élite y protagonizar un derbi que sería mucho más que un partido de fútbol.