Eddie Howe, técnico del Bournemouth, había hablado antes del encuentro de la necesidad de empezar con fuerza en la casa del Stoke, pero el partido se le torció a su equipo demasiado pronto.
En el minuto 17, el delantero Callum Wilson se lesionó la rodilla en una jugada cualquiera con Philipp Wollscheid y abandonó el campo en camilla. El atacante, de 25 años, había marcado cinco goles en seis partidos y llegaba al partido después de haber convocado con la selección inglesa.
No está teniendo muy buena suerte el Bournemouth con la lesiones de rodilla, ya que ya ha perdido a Tyrone Mings y Max Gradel, fichajes de verano, por este mismo motivo.
Los 'potter' se adelantaron en el minuto 32 con un tanto Jonathan Walters, que anotó tras un centro de Marko Arnautovic. No llegaría el empate hasta el minuto 76, cuando Dan Gosling igualó el marcador. Más tarde, en el 83', Diouf consiguió el gol de la victoria para los locales.
Hay que destacar el excelente apoyo con el que contó el Bournemouth de parte de los 1.635 aficionados que se desplazaron hasta el Britannia, asistencia que ha constituido un récord de esta afición al estadio del Stoke. No ha sido suficiente y los 'cherries' tuvieron un día para olvidar.