La derrota era probable, pero pocos aficionados del Stoke City se imaginaban que pudiera ocurrir, pero es que hay algo en este equipo que no funciona, o, al menos, que no funciona como es debido.
Un gol de Boyd a la hora de partido sentenció el partido, y condenó al Stoke a una nueva derrota, la tercera consecutiva.
El Stoke lo intentó entonces, por activa y por pasiva, y aunque bombardeó la meta de Heaton, sólo dos de los 15 disparos que los 'potters' realizaron fueron a puerta.
Un triunfo vital para los 'clarets', que superan a tres rivales, al menos de forma momentánea, en su lucha por la permanencia. Una pelea en la que se ha metido el Stoke por méritos propios.