Luka Modric está en la final. El veterano jugador croata ha conseguido hacer realidad su sueño con 32 añitos a sus espaldas. Tras una histórica remontada ante la Selección Inglesa, Croacia dejó saltó de las semifinales a la final a base de buen fútbol y calidad.
Modric brilló como nunca en tierras rusas. El de Zadar lleva haciendo un Mundial para enmarcar durante todo el campeonato, pero lo del pasado miércoles fue de escándalo.
El jugador del Real Madrid tiene en sus manos la posibilidad de poder levantar la ansiada Copa del Mundo, además de llevarse el Balón de Oro del Mundial. Es el principal candidato y todo el mundo corea su nombre por encima de Mbappé e, incluso, Griezmann.
A falta de que se dispute la ansiada final, Modric ya puede decir con una sonrisa de oreja a oreja que ha hecho realidad el sueño de su vida, aquel que tenía en su cabeza cuando con apenas seis años jugaba al fútbol en el parking del edificio en le que vivía en Croacia.
Tras el partido más emocionante de toda su carrera como jugador profesional, la afición supo reconocer el gran mérito de un Modric totalmente exhausto con sus ojos llenos de lágrimas, mientras besaba el escudo de su país, mientras tocaba con los dedos el sueño que ya había conseguido.