Y eso que el partido no empezó especialmente bien para el Swansea. A los cinco minutos se lesionaba Nathan Dyer, y le tocaba entrar, casi sin calentar, a Routledge.
No importó. El Leicester no supo sacar partida de ese contratiempo y el encuentro estuvo muy igualado hasta que Mawson inauguró el marcador.
Federico Fernández puso un pase medido para que Mawson finalizase la jugada con un buen gol. Una vez más los de Ranieri se veían por detrás en el marcador.
Pero si algo va mal, siempre puede ir peor. Olsson, a pase de Sigurdsson, asestó una puñalada mortal a los 'foxes' en el descuento de la primera mitad.
El Leicester no reaccionó. La diferencia sobre el terreno de juego era abismal, pese a que en la recta final sí hubo alguna ocasión para los visitantes.
Pero el gol de la esperanza no llegó, y el Leicester enlaza su quinto partido consecutivo perdido. El descenso ya está a un único punto. El Swansea coge aire y ya lo tiene a cuatro.