El Tottenham Hotspur inauguró con un importante triunfo el 'Boxing Day' 2019 ante un Brighton combativo y peleón que se adelantó y en ningún momento bajó los brazos en un encuentro al que llegaba a seis puntos de su rival.
Los visitantes salieron con algo más de prudencia en un Tottenham Stadium presto y dispuesto para abrir la lata del 'Boxing Day' 2019. El derbi londinense había dejado muy tocado a los 'spurs', que tenían ante sí la posibilidad de resarcirse ante un rival 'a priori' inferior, pero que iba a ponerle en serios aprietos.
Sessegnon, que entró en el perfil izquierdo por la sanción de Heung-min Son, dio el primer aviso a los ocho minutos tras un envío en profundidad que estrelló contra el poste, aunque la jugada estaba anulada por fuera de juego. La respuesta la dio Alazate en el 14', con un buen disparo repelido por Gazzaniga.
En fuera de juego también se encontraba Harry Kane cuando en el minuto 23 recibió un pase largo de Dier. El hábil delantero controló orientado de manera excepcional, enfiló la meta defendida por Ryan y le cruzó el balón. El tanto subió en un principio al electrónico, pero el VAR avisó al colegiado. La posición antirreglamentaria era milimétrica y solo el hombro estaba adelantado al defensa.
Dicen que quien perdona lo paga. Una máxima futbolística que el Brighton se grabó a fuego en la cabeza. 14 minutos después del tanto no validado a los 'spurs', la estrategia, uno de los fuertes del conjunto de Graham Potter, le pasó factura al equipo de Mourinho. En una falta lateral, Webster se elevó más que nadie para conectar un testarazo inasumible para Gazzaniga.
Los de Mourinho buscaron una reacción rápida que les permitiera recuperar el pulso del partido. El Tottenham se volcó en el ataque, mas el Brighton aguantó a pie quieto con el objetivo de no encajar un gol antes del descanso que ejerciera de golpe psicológico.
La segunda mitad confirmó la tendencia alcista del equipo londinense, que basaba su creación ofensiva a la figura de Lucas Moura. El brasileño percutió una y otra vez la zona de incertidumbre visitante. Con ahínco y sin pausa hasta que a los ocho minutos de la reanudación su insistencia tuvo premio. Estuvo inteligente para llevarse el balón en primera instancia y luego esperar un rebote.
El cuero cayó a los pies de Harry Kane. Y el delantero hizo lo que mejor sabe. Su disparo inicialmente lo repelió Ryan, pero el rechace a la media volea fue demasiado para el arquero visitante ante el delirio de la parroquia local.
Lógicamente, el empate contentaba más a los de Graham Potter que a un Mourinho que se la jugó metiendo Lo Celso y Eriksen por Sessegnon y Winks. Y precisamente de las botas de Eriksen nació la jugada que daría a los 'spurs' la remontada. El danés cambió la orientación del juego hacia Aurier, quien en el pico del área amagó para finalmente ceder atrás a Dele Alli. El inglés se sacó un conejo de la chistera para elevar con sutileza el balón y elevar el segundo y definitivo tanto a electrónico.