El Atlético de Madrid ha gastado su última bala para poder contar lo más posible con Kieran Trippier hasta que expire oficialmente la sanción que pesa sobre él. El TAS ha rechazado darle la suspensión cautelar a los rojiblancos.
La estrategia del Atlético era esta, la de ganar tiempo a base de suspensiones cautelares, consciente de que la forma en que la sanción estaba formulada le favorecía.
La FA se dio cuenta demasiado tarde de su error: no dijo "diez semanas", sino "diez semanas, del 21 de diciembre al 28 de febrero". Y eso ha permitido al Atlético contar con el inglés de forma ocasional, mientras ha podido poner en suspenso la sanción.
Su última bala era conseguir una nueva suspensión cautelar, esta vez la del TAS, el máximo organismo de justicia deportiva, pero no ha sido posible. Informa 'El País' de que la ha desestimado, como hiciera el pasado 18 de enero el Comite de Apelación de la FIFA.
Tendrá Trippier, por tanto, que cumplir los días que le restan de sanción sin competir. Perderá el Atleti al inglés hasta finales de febrero, aunque parece que seguirá entrenando con el primer equipo, mientras nadie le diga lo contrario al club, amparándose de nuevo en la ambigüedad de la descripción de la sanción.