El Oporto cayó ante el Famalicao y no fue la mejor noche para el equipo de Sergio Conceiçao. Desde los errores de Marchesín hasta el penalti que pudo ser y no fue de Pepe.
El defensa central le dio un pase comprometido a su portero y viendo que pudo llegar un rival, en este caso Bruno Gonçalves, le hizo una especie de zancadilla.
El jugador del Famalicao cayó en el interior del área y Pepe simuló que había recibido una patada, tirándose al suelo unos segundos después.
Ni el árbitro no vio nada ni el VAR reaccionó para revisar una jugada que pudo acabar en penalti fácilmente.