El fútbol es un deporte tan bonito que siempre nos ofrece sorpresas. Son aquellas cosas que piensas que no van a pasar pero pasan finalmente por una serie de circunstancias.
Los equipos modestos son los que suelen dar las campanadas porque sueñan en grande, con dar un golpe encima de la mesa para hacerse conocer en el país y en el mundo entero.
En el caso del Monza, el club italiano, fundado en 1912, cuenta con 106 años de historia y no tiene otro objetivo que llegar a la Serie A para estar en la élite, algo que le va a costar sudor y sangre.
Es más, en estos momentos se conoce más a la ciudad que al equipo de fútbol porque en Monza tiene lugar cada año el Gran Premio de Fórmula 1 de Italia (sobre principios de septiembre).
Miles de aficionados llenan las gradas del circuito al que se conoce como el 'Templo de la Velocidad', ya que las velocidades que se alcanzan en la pista son de vértigo.
Para intentar equipararse e incluso superar a lo que genera la F1, Berlusconi, ex primer ministro italiano y ex dueño del Milan, compró el Monza para llevarlo al 'Calcio' y eso que está en la Serie C.
Roma no se hizo en un día y el Monza tiene tiempo para cumplir con su objetivo. Pero antes de comenzar el campeonato, este domingo tiene una cita en el campo del Benevento por la Coppa Italia.