Victoria sobre el líder, Osasuna, y empate en la casa del tercero, el Albacete. Estos han sido los dos últimos resultados de un Tenerife que parece levantar la cabeza tras una irregular temporada que le está obligando a sufrir con la salvación.
Tan solo siete minutos tardó en adelantarse en territorio manchego. Visión de lince de Luis Milla, internada velocísima de Suso y tiro raso del extremo canario para batir bajo las piernas a Tomeu Nadal.
El cuadro de Luis Miguel Ramis había entrado bien al choque, pero eso y mandar en el resultado son dos cosas muy distintas. Empezó a contra remolque y se vio obligado a elevar sus líneas de presión sobre la defensa visitante.
Naranjo, que partió junto a un desaparecido Coniglio, tuvo el segundo con un disparo desde media distancia. Concedió demasiado terreno el Tenerife y ello lo pagó caro. Y Zozulya fue el autor de ese golpe de realidad.
Centro de Fran García y testarazo del ucraniano que pilló a contrapié a Dani Hernández. Zozulya lo celebró con rabia, al igual que Ramis, que veía un segundo tiempo favorable. Y así fue... durante 45 minutos.
Tras el paso por vestuarios, un zapatazo de Bela desequilibró la balanza. Éxtasis en el Carlos Belmonte y los jugadores manchegos levantaron al franco-congoleño, que volvió a la titularidad y fue el más destacado.
Poco a poco y gracias a los cambios, el conjunto chicharrero encerró al Albacete, que buscaba finiquitar el choque mediante las contras. Pero nadie esperaba lo que iba a pasar.
Escasa contundencia en la zaga tinerfeña, algo que aprovechó Malbasic para introducirse hasta el final en el 91' y definir con un toque sutil ante Tomeu Nadal. Un punto para cada uno: de oro para unos, insuficiente para otros.