Las estadísticas no mienten, al menos no en el Heliodoro Rodríguez López. El Tenerife no había perdido en casa y el Granada solo lo había hecho fuera de la misma. Y se reprodujo este domingo.
El cuadro insular se hizo fuerte bajo el apoyo de su afición. No así el equipo de Karanka, que sigue sin carburar cuando no está bajo el amparo del Nuevo Los Cármenes.
El Tenerife volvió a mostrar que es capaz de hacer mucho más de lo que dicen sus números. El equipo de Ramis, especialmente en las islas, ha mostrado una solidez que le puede permitir luchar por el ascenso.
A veces, el fútbol es tan fácil que con un solo pase puedes marcar. Lo hizo el equipo chicharrero, con un pase largo de Juan Soriano que pinchó Iván Romero, cuerpeó y superó a Cabaco y a Raúl Fernández para marcar el 1-0.
La capacidad de reacción de este Granada está lejos del nivel de la plantilla. Es uno de los grandes favoritos para subir, pero si no mantiene una línea ascendente, la liga se le puede hacer muy larga.
El Tenerife, auspiciado por los cinco partido seguidos que llevaba sin perder, cinco empates, rompió su racha de reparto de puntos con un tridente de lujo que terminó de redondear el 2-0.
Si Iván Romero marcó el 1-0, Mo Dauda forzó el penalti para que Enric Gallego, desde los once metros, pusiese la sentencia y el broche al partido.
Nada pudo hacer el Granada, incapaz de hacer daño a un Juan Soriano que volvió a mostrar que es uno de los mejores arqueros de la categoría.